En esas declaraciones está la clave que no entiende el catalanismo: no hace falta ser españolista para jugar con la selección española, o lo que es lo mismo, que “lo español” en sentido amplio no supone ninguna incompatibilidad con “lo catalán”.
La zafiedad de ciertos catalanistas se ha vuelto a poner de manifiesto. Si no te sientes identificado, pues vale, nadie te va a decir nada. ¿Pero qué coño es eso de desear que España pierda a toda costa? Es igual de patético que el “anyone but England” de algunos escoceses.
Como asturiano lo he comentado con gente de mi entorno y confirmo que son ese tipo de actitudes, como la pitada al himno, las que crean catalanofobia. Una Cataluña independiente que llegase a la final frente a Italia sería apoyada por gente del interior de la Península, como se apoya a Portugal que al fin y al cabo también fue parte de España.
Y por último ya, manda huevos que los que llevan décadas haciendo del Barça la quintaesencia de la catalanidad hablen de españolismo de ocasión al referirse a la expectación mediática que esta Eurocopa ha generado.